Entrevista de Viajes 1: Encantos de Tlaxcala con Herika Carrasco

En Tlaxcala te esperan desde ruinas arqueológicas y haciendas pulqueras hasta el espectáculo natural de las luciérnagas, en esta entrevista conoce la desapercibida riqueza turística de este Estado.

Fotografías: Juan Ó Cepeda Photo @tlaxcala_es

Al encuentro de Tlaxcala

Quizá se deba a que Tlaxcala es el Estado de menor tamaño del país, por lo que a menudo pasa desapercibido para la mayoría de los viajeros.

Pero basta escuchar a personas como Herika Carrasco, pionera en la oferta turística tlaxcalteca, para comprobar que este destino, a un par de horas y media de la Ciudad de México, tiene experiencias dignas de voltear a ver, tanto para el turismo nacional como extranjero.

Esta entrevista incluye las mejores recomendaciones de Herika, originaria del Pueblo Mágico de Tlaxco, quien desde el año 2000 se ha dedicado a la promoción de su Estado. En el 2007 fundó Mexico Viejo, agencia de tours que abrió camino y ha sido parte del desarrollo turístico de Tlaxcala.

Centro Histórico de Tlaxcala

«A la gente se le olvidó que el Centro Histórico de Tlaxcala es hermoso», me platica Herika, señalando la necesidad de atraer a más visitantes que descubran este sitio catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Este nombramiento se dio al ex convento franciscano que se construyó hacia el año 1540 y a la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción.

Otro punto de interés es el Palacio de Gobierno, allí se encuentran los distintivos murales de Desiderio Hernández Xochitiotzin, «fue el último gran muralista de México, representó con colores muy vivos la historia de Tlaxcala, la época prehispánica, luego la alianza con los españoles que nos ha marcado mucho, también nuestra participación en la independencia», comenta Herika.

Consejo de viaje: A muy poca distancia del Centro Histórico es una visita obligada ir a la Basílica de Ocotlán. Algunos la catalogan como la Capilla Sixtina mexicana.

Haciendas de Tlaxcala: Un viaje al pasado

Los primeros tours que ofreció Herika con México Viejo fueron los de las haciendas.

«Las haciendas de Tlaxcala tienen la ventaja de que, por ser un estado pequeño, puedes visitar hasta tres haciendas en un día», comparte Herika.

La experiencia en estas haciendas ofrece un acercamiento a la riqueza del pulque y la gastronomía local, realización de eventos, así como estancias de descanso con muy poca señal por lo que permiten desconectarse de la vida digital.

En Huamantla se encuentra la Hacienda Soltepec donde se puede conocer el proceso tradicional de la producción del pulque. Los participantes de esta experiencia pueden ver cómo es el raspado del maguey y probar el agua miel directamente de la planta.

La Hacienda Santa María Xalostoc, en Tlaxco, es popular hoy en día para la celebración de bodas religiosas.

Por su parte, la Hacienda San Pedro Tenexac es una locación estrella para filmaciones históricas del cine y la televisión.

Estas haciendas, construidas en el periodo virreinal, nos remontan siglos de historia atrás y permiten dar un vistazo a cómo era la vida y las costumbres de la región.

Consejo de viaje: No te pierdas la Hacienda Tenexac, ya que por esta hacienda no pasó la Revolución, así que se conservan muebles, pinturas, juguetes, carruajes, la tienda de raya y demás elementos que la vuelven todo un museo, donde además puedes hospedarte.

Cacaxtla: La joya arqueológica

Y remontándonos todavía más siglos en la historia, Tlaxcala tiene otra joya por descubrir. Se trata de la zona arqueológica de Cacaxtla, en donde es posible apreciar sus murales realizados entre el 600 y 900 d.C.

Este sitio fue descubierto en 1975 por unos campesinos, y desde entonces ha sido un tesoro histórico que merece mayor atención y continuar con su conservación.

Para Herika, «visitar Tlaxcala y no ir a Cacaxtla, es como visitar París y no ver la Mona Lisa».

Cacaxtla se complementa con otra zona arqueológica cercana, Xochitécatl, conocida por sus estructuras dedicadas a la feminidad.

Consejo de viaje: En esta zona también se localiza el santuario más importante de Tlaxcala, el santuario de San Miguel del Milagro. Además, se trata de una región productora de amaranto por lo que en tu visita disfruta de este alimento, incluso nieve de amaranto puedes encontrar.

Pueblos Mágicos: Huamantla y Tlaxco

Huamantla fue el primer Pueblo Mágico de Tlaxcala, nombrado así en el año 2007. Cada mes de agosto celebra su tradicional festejo, «La noche que nadie duerme».

Herika la define como la expresión de arte efímero más grande del continente, «es algo maravilloso, 7 kilómetros de tapetes de acerrín de todos colores, es una fiesta del pueblo de Huamantla, no interviene ninguna autoridad».

El primer minuto del 15 de agosto comienza la procesión de toda la noche de la Virgen de la Caridad y detrás de ella los pobladores barren los tapetes.

Huamantla se ubica a las faldas de La Malinche, uno de los mejores sitios para los amantes del montañismo. Resalta Herika la importancia de siempre ir con un guía calificado.

El segundo nombramiento de Pueblo Mágico en Tlaxcala fue para Tlaxco. Se caracteriza por su rica tradición ganadera, por lo que uno de sus distintivos es que es el lugar que cuenta con más ganaderías de toro bravo.

Herika es un referente en turismo taurino en el país, sin embargo, por lo polémico del tema, decidió separar de México Viejo esta oferta y la concentró en su otra marca, Olé Tours.

Visitar Tlaxco es una oportunidad para conocer el mundo de la tauromaquia, elemento de larga tradición en la idiosincracia tlaxcalteca. Me platica Herika que, «aquí en Tlaxcala se dice que levantas una piedra y encuentras un torero».

Consejo de viaje: Al estar en Huamantla visita Ixtenco, el más reciente nombramiento de Pueblo Mágico para el estado. Se trata de un bastión otomí donde se conserva su lengua y costumbres.

El brillo de las luciérnagas en los bosques de Tlaxcala

Para finalizar esta charla con Herika, hablamos de las luciérnagas. Un tema que ella conoce de primera mano y ha visto a lo largo de los últimos años.

Fue alrededor del 2012 cuando esta experiencia comenzó a ofrecerse para los turistas, y ha sido todo un camino de aprendizaje, me comparte Herika, «el mejor lugar para ver luciérnagas es Tlaxcala, porque ya aprendimos de las malas experiencias y estamos preparados. Hay guías capacitados en todos los centros ecoturísticos».

Durante los primeros años la falta de regulación y de preparación para recibir las grandes cantidades de turistas que se vieron atraídos por las luciérnagas, hizo que se diera una sobre explotación y se afectara la experiencia de los visitantes.

De 3 lugares establecidos en los bosques para vivir la experiencia en un inicio, pasaron a 50, «uno de los errores que tuvimos como estado fue el no reglamentar y no prepararnos para recibir esa cantidad de gente», asegura Herika, «hubo mucho mal manejo de la información y muchas personas se fueron con una mala experiencia».

Después de este boom se fueron atendiendo las deficiencias, hasta el 2020 que representó otra crisis. Además de la pandemia, se sufrió la llegada de fuertes sequías y más adelante la amenaza del gusano descortezador que afectó distintas regiones del país.

Luego de todos estos retos, promotores de turismo como Herika se encargan de brindar información fidedigna sobre esta experiencia, como no recomendar la visita a principios del mes de agosto cuando ya la presencia de luciérnagas es mínima.

También advierten sobre expectativas falsas que circulan en redes sociales, como fotos editadas, o que el espectáculo dura toda la noche. Este fenómeno natural se puede percibir por alrededor de 45 minutos, de los cuales son 5 minutos aproximadamente los de mayor luminosidad.

Consejo de viaje: Lo más importante es tener en cuenta la temporada de avistamiento, que va de mediados de junio a fines de julio. Este 2024 la temporada comenzó el 22 de junio. Reserva un servicio de transporte con anticipación ya que los accesos llegan a ser controlados y lo más recomendable es no llegar en la noche sino unas cuantas horas antes.

Viaja a Tlaxcala

Tlaxcala no tiene nada de pequeño, es más que una medida en extensión territorial y una posición en el mapa. La grandeza no se mide por eso.

Tlaxcala es rico en tradiciones, cultura, naturaleza e historia.

Cada viaje nos lleva a disfrutar sabores y colores que se quedan con nosotros. Viajar es también aprender del pasado y ver las huellas de ese paso del tiempo. Eso se encuentra en Tlaxcala, el brillo de las luciérnagas, el esplendor de las haciendas y la delicia de un pulque. Herencia arqueológica y cultural, festividades y aventura.

Tlaxcala es también un estado grande de México.